Ayer, 14 de diciembre de 2015, murió el profesor Alessandro Pizzorusso, uno de los iuspublicistas italianos más importantes de los últimos cincuenta años y cuyos trabajos tienen una dimensión que sobrepasa las fronteras de su país, como bien sabemos en España, donde se publicó, en 1984 y por parte del Centro de Estudios Constitucionales, la traducción de sus Lezioni di diritto costituzionale. También están traducidas al español otras obras, como su Curso de derecho comparado.
Pizzorusso era, en el momento de su muerte, profesor emérito de la Universidad de Pisa, institución a la que se había incorporado ya en 1972 y a la que aportó su saber, magisterio y extraordinaria generosidad personal. Entre 1981 y 1989 desempeñó la cátedra de Derecho Constitucional Comparado en la Universidad de Florencia. Se dedicó, entre otras cosas, al estudio de los derechos fundamentales, el estado democrático, la justicia constitucional, el sistema de fuentes, la organización del Estado, los derechos lingüísticos y el Derecho comparado.
Además, Pizzorusso ejerció como juez y, en esa condición, planteó una cuestión de inconstitucionalidad, a la que tuvo respuesta con la sentencia 26/1961, que, en opinión de Alessandro Pace, es la primera sentencia interpretativa estimativa. Otra cuestión planteada por Pizzorusso fue la que originó la sentencia constitucional 94/1963. Entre 1965 y 1971 fue asistente del magistrado Costantino Mortati en la Corte Costituzionale.
Pizzorusso formó parte, entre 1990 y 1994, del Consiglio Superiore de la Magistratura y fue uno de los expertos que redactó, por cuenta de la Comisión Europea el informe «Affirming fundamental rights in the European Union”, publicado en febrero de 1999.
Tuve la suerte de conocer al profesor Pizzorusso en una estancia en la Universidad de Pisa y cuando el profesor Roger Campione y yo abordamos la redacción del libro Las sentencias básicas del Tribunal Constitucional italiano. Estudio de una jurisdicción de la libertad (CEPC/BOE, 2010), nos guió con paciencia y generosidad en la selección de las decisiones más relevantes y tuvo a bien redactar esta Presentación (puede descargarse en formato pdf).
Pizzorusso ha sido un extraordinario jurista pero, y eso es lo que creo era para él más importante, fue una persona cariñosa, modesta, generosa y comprometida socialmente.
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