Como en años anteriores, en esta última -salvo extraordinaria y urgente necesidad- entrada cuento y recuento la actividad del año en esta bitácora -¡no me digáis que no es más bonita esta palabra que blog!, que en cifras puede resumirse en la publicación de 81 entradas, la recepción de más de 110.000 visitas de 118 países y 54 comentarios.
No voy a hacer una «selección» de las entradas sino un mero relato de alguno de los asuntos tratados; el tema del año ha sido, sin duda, el electoral, como consecuencia de los sucesivos comicios; así, a modo de ejemplo, publiqué «Algunas cosas que usted siempre quiso saber sobre el voto y no se atrevió a preguntar» y un texto sobre el funcionamiento de nuestro «algoritmo electoral«. También ha sido una constante a lo largo de 2019 todo lo relativo al «procés» y al llamado «juicio al procés», sobre lo que versó, por citar una entrada, el penúltimo y reciente comentario sobre la inmunidad parlamentaria de Oriol Junqueras.
Una cuestión que me interesa especialmente es la libertad de expresión en cuanto derecho fundamental y a ella dediqué, entre otros, un texto sobre su tratamiento por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos; no muy lejano a ella está la libertad de asociación, que incluye, a mi juicio, la facultad de crear una organización social que no admita a gente como yo.
Otros asuntos, de diferente naturaleza, que me han parecido merecedores de atención tienen que ver con la existencia, o no, de un «derecho a tener hijos«, incluido el de tenerlos en casa o las respuestas penal y social a sentencias como las del caso La Manada.
Finalmente, pero no en último lugar, un comentario, también relacionado con el derecho y el revés, sobre la diferencia entre correr una maratón y correr 42.195 metros.
Me despido con el deseo de que 2020 os resulte muy propicio y esté lleno de aventuras y conocimientos.