(Cuestionario remitido por el periódico La Voz de Galicia)
1.- ¿Existe democracia interna en los partidos políticos españoles? ¿Por qué?
Debería de existir pues la Constitución (art. 6) exige que la estructura y el funcionamiento de los partidos sean democráticos. Y ello porque aunque se trata de entidades privadas cumplen funciones públicas y reciben cuantiosas ayudas de los poderes públicos. La exigencia constitucional ha sido desarrollada en la Ley de Partidos (2002), que atribuye importantes funciones a la Asamblea General, exige elecciones internas por sufragio libre y secreto, control democrático de los dirigentes y una serie de derechos de los afiliados. Para saber si, de hecho, existe democracia habrá que fijarse en los estatutos de cada partido y, en especial, en su funcionamiento interno. Leyendo los vigentes estatutos del PSOE, PP, BNG o IU encontramos diferentes grados de democracia interna pero todos cumplen los mandatos de la Ley de Partidos. Por lo que respecta a su funcionamiento, y con alguna excepción más en el ámbito local, es aceptablemente democrático: hay congresos periódicos (cada 2 o3 años), los dirigentes rinden cuentas, los afiliados pueden participar en la selección de los cargos y existen debates internos. No obstante, hay bastante margen para mejorar.
2.- ¿Es igual la situación en otros países democráticos? ¿O son más democráticos los partidos en otros países?
Si nos comparamos con Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña o Portugal no se encuentran diferencias importantes ni en lo positivo (grado de democracia interna, participación de los afiliados) ni en lo negativo (también en esos países han existido casos de financiación ilegal, expulsiones de afiliados díscolos, poca transparencia,…). En todos lados se observa que los partidos no luchan por adaptarse sino que se adaptan para luchar, para participar en las mejores condiciones en la pugna por el poder político. Los cambios internos tienen como fin ofrecer a la sociedad el perfil más adecuado para dirigir políticamente el país. Buena prueba de ello la encontramos en los propios estatutos; así, en el Preámbulo de los del PP se habla de «adaptar la estructura de la dirección nacional del Partido para afrontar con el mayor éxito la etapa que ahora comienza».
3.- ¿En qué partidos españoles hay más democracia interna? ¿Qué diferencias hay en cuanto a su funcionamiento en ese sentido entre PSOE, PP, BNG e IU?El grado de democracia interna depende de la propia estructura de cada formación (centralizada o federal) y de la existencia de corrientes de opinión o de partidos que, como en el BNG o IU, se integran en una coalición o bloque mayor.La periodicidad de los congresos es similar en todas las formaciones (2 o 3 años); los derechos básicos de los afiliados (voto, participación, información) también son parecidos si bien en los partidos de izquierda se garantiza mucho más el debate interno y la discrepancia; por ejemplo, mientras que en los Estatutos del PP es infracción muy grave «crear o inducir a la creación de corrientes de opinión organizadas», en los del PSOE e IU se garantiza la creación de corrientes de opinión y en los del BNG el pluralismo político interno y el derecho a la discrepancia pública. Pero para presentar candidaturas a órganos internos se exigen más avales en el PSOE (25%) que en el PP (20%) e IU (10%).
4.- ¿Cuentan los militantes en las decisiones de los partidos españoles? ¿Y los simpatizantes? ¿Están abiertos los partidos a la sociedad?
La participación de los militantes está reconocida legalmente y ha sido amparada por los tribunales nacionales (Tribunal Constitucional) e internacionales (Tribunal Europeo de Derechos Humanos) y los partidos (PSOE y PP por ejemplo) admiten tanto la figura del afiliado (con derecho de voto) como la del simpatizante (sin derecho de voto). En algunas formaciones (BNG, IU) existen abundantes mecanismos asamblearios y de debate interno.Sin embargo, algunas de las críticas formuladas por Robert Michels a los partidos hace 100 años (todo partido es un poder oligárquico fundado sobre una base democrática) siguen vigentes hoy pero ni son exclusivas de los partidos ni siquiera parece existir un verdadero interés social en eliminarlas: cuando el debate interno arrecia, de inmediato se habla de crisis y cunde la alarma entre dirigentes, militantes, simpatizantes y votantes; las primarias del partido demócrata en Estados Unidos y la situación actual del PP o IU son buenas pruebas. La sociedad reclama pluralidad a los partidos pero suele otorgar el poder a los más disciplinados, que no siempre son los más democráticos.
5.- ¿Cree que es democrático que a Esperanza Aguirre se le exijan 600 avales para presentarse? Se trata de una exigencia prevista en los Estatutos del PP (art 30), aprobados en el anterior Congreso y que representa la quinta parte de los compromisarios (3.025). En teoría, con esa regla podría haber hasta cinco candidaturas, lo que me parece suficientemente democrático. Parece oportuno recordar que la exigencia de la quinta parte de los compromisarios se aplica también en los congresos regionales y provinciales.
6.- ¿En qué medida son libres los compromisarios para elegir a su presidente en el Congreso, en el caso del PP? En la medida en que elegir y ser elegido compromisario es un derecho de todo militante, que la elección de los compromisarios se hace mediante lista abierta, que la decisión se toma por mayoría y que el voto de cada compromisario es personal; es tan libre como quiera cada uno.
7.- ¿Es buenos el sistema de primarias a la americana? ¿Debería de aplicarse en España?
El sistema de primarias está muy asentado en la tradición política en Estados Unidos y allí es incuestionable, pues permite la selección de los candidatos a través de un debate público y abierto no sólo a militantes, si bien habitualmente no es tan largo ni tan costoso como lo está siendo para el partido demócrata. En esos términos no existe en ningún país europeo.Su introducción en España depende de cada partido sin que quepa una imposición por ley, pues si bien puede ser una buena fórmula no es necesariamente la única. En 1997 el PSOE incorporó un sistema de primarias en el 34 Congreso Federal pero no lo reguló en los Estatutos, lo que implicó no pocos problemas. Hoy sí está previsto y con cautelas: su aplicación depende del Comité Federal y se desarrolla de acuerdo con una normativa que las condiciona, cuando se trata de optar a una institución ya gobernada por el PSOE, a que lo solicite la mayoría del Comité Federal para la Presidencia del Gobierno o del Comité Regional para la Presidencia de las Comunidades Autónomas; en los municipios deberá ser solicitado por el 40% de los militantes de la Agrupación Municipal. También están supeditadas a que no haya acuerdos preelectorales.Para que sean un auténtico sistema de selección de candidatos, y no una mera ratificación del decidido por los órganos del partido, es necesario cambiar la estructura y el funcionamiento de la formación política de manera que se eviten «bicefalias» y legitimidades distintas y contrapuestas.
8.- ¿Cómo se podría mejorar el funcionamiento de los partidos españoles para que fueran más democráticos y transparentes? Entre otras cosas, potenciando la capacidad de decisión de los congresos o asambleas generales, favoreciendo el debate interno y no la jerarquía, propiciando la renovación periódica de sus dirigentes, dando más autonomía a las organizaciones autonómicas, comarcales y locales para la toma de decisiones y la selección de los integrantes de las candidaturas electorales, garantizando que los censos de afiliados sean reales y no se inflen para conseguir cuotas mayores de delegados en los congresos, haciendo más transparente su contabilidad e ingresos…